30 agosto 2017

¿Hay límites en la cirugía láser después de la madurez?

Los mismos cambios en la visión que le hacen querer tirar los lentes pueden complicar la decisión de someterse a una cirugía. Aún si usted ha usado lentes de armazón o de contacto durante décadas, puede estar considerando someterse a una cirugía para corregir su visión. Los lentes de contacto pueden estar sintiéndose menos cómodos; quizás detesta usar lentes de leer; o tal vez finalmente tiene el dinero para buscar una visión clara instantánea del mundo en cuanto se levanta por la mañana o en cuanto saca la cabeza de la alberca.

Pero ¿qué tan recomendable es la corrección visual con láser en sus 50s, 60s, o más? Si sus ojos están saludables, la cirugía refractiva con láser puede brindar el resultado que busca. Pero los riesgos y beneficios cambian alrededor de la madurez, así que se necesita una evaluación completa y una asesoría verdadera acerca de lo que podría ganar o perder.

Tipos de cirugía refractiva láser.

Hay dos estructuras, el cristalino y la córnea, que desvían la luz para que enfoque en la retina, que es el tejido sensible a la luz en el fondo del ojo. La cirugía refractiva láser corrige la visión remodelando ciertas capas de la córnea. Es un procedimiento ambulatorio realizado mientras los ojos son anestesiados con gotas.

Los cirujanos tienen varias formas de llegar a la capa de la córnea que será tratada. La más conocida es LASIK (laser-assisted in situ keratomileusis), en la cual un instrumento de precisión, ya sea un microqueratomo automático o un láser de femtosegundo, corta una delgada capa de la córnea, dejando un lado pegado como bisagra. La capa se retira a un lado, y un láser preprogragamado remodela la córnea interna para corregir la visión, y después la capa se regresa a su posicion original. No se necesitan suturas.

Un número de alternativas al LASIK, conocidas como ablaciones de superficie, operan solo en la superficie de la córnea (el epitelio) antes de aplicar el láser.

En la queratotomía fotorefractiva (PRK), una sección del epitelio es removida completamente con un láser. En LASEK (laser epithelial keratomileusis), una solución de alcohol es aplicada para debilitar y aflojar el epitelio a fín de que el cirujano pueda suavemente moverlo hacia un lado y volver a acomodarlo después de la correción visual. En epi-LASIK, una pequeña lámina de epitelio es removida con un microqueratomo especial y se pone aparte (puede reponerse o no después de la cirugía). Después de los procedimientos de ablación de la superficie, se aplica un lente de contacto blando para proteger la córnea mientras sana (por lo general en 3 a 7 días).

La eleccion entre LASIK y algún otro procedimiento de ablación de superficie depende de su vista, el grosor de su córnea, y cualquier condición médica que pueda tener.

"Para la corrección más baja, con frecuencia recomendamos la ablación de superficie porque remover una lámina es potencialmente más proclive a trauma, infección, y la necesidad de retratamiento. Para altas correcciones, generalmente recomendamos LASIK porque los resultados visuales son mejores," dice el Dr. Roberto Pineda, profesor asistente de Oftalmología en la Escuela de Medicina de Harvard y director de cirugía refractiva en el Massachusetts Eye and Ear Infirmary.

¿Qué pasa durante la cirugía LASIK?

LASIK es la cirugía refractiva láser más comúnmente realizada. Después de que el ojo es anestesiado, un microqueratomo crea una lámina del tamaño de un lente de contacto del epitelio de la córnea y el estroma (la capa media de la córnea). La lámina se acomoda a un lado para dejar expuesto el estroma. Un láser excimer remueve una cantidad precisa de estroma. La lámina se acomoda en su posición original. No se necesitan suturas.

Se recomienda buscar un oftalmólogo con mucha experiencia realizando el procedimiento y equipo moderno (menos de 10 años viejo). Si es posible, elegir uno que haya tenido entrenamiento en cirugía refractiva láser.

Antes de la evaluación usted necesitará dejar de usar sus lentes de contacto por un tiempo (una o dos semanas si usa lentes blandos; tres o cuatro semanas si usa lentes duros) porque distorsionan la forma de la córnea.

El cirujano evaluará a fondo sus ojos, incluyendo la forma, grosor, y la condición de la córnea; la producción de lágrimas; los errores de refracción (miopía, hipermetropía y astigmatismo); el tamaño de las pupilas (las pupilas que se abren demasiado con poca luz tienen más posibilidad de percibir reflejos, halos y visión doble después de la cirugía refractiva); y la presencia de otras condiciones oculares que se vuelven más comunes con la edad.

Debido a que el paciente enfoca en una luz mientras el láser es aplicado, usted debe demostrar que es capaz de mirar a un solo punto por al menos sesenta segundos.

El cirujano también necesita saber acerca de su salud general y cualquier medicamento que esté tomando. La cirugía puede ser inapropiada debido a una enfermedad autoinmune o cualquier condición que le haga más propenso a infecciones. Puede ser que tenga que dejar de tomar ciertos medicamentos que impiden la cicatrización (como los esteroides), que causan ojo seco (como los antidepresivos y pastillas para la presión sanguínea), o que crean dificultades en la visión (como el medicamento para el corazón amiodarone).

Una franca discusión.

La mayoría de las personas están satisfechas con los resultados de la cirugía refractiva láser, pero es importante reconocer los posibles problemas y tener expectativas realistas.

Después de la cirugía, puede ser que tarde desde semanas hasta meses en que se estabilice la visión. En esos días, cerca del 75% de los pacientes alcanzan una visión de 20/20 o mejor, y más del 95% alcanzan una visión de al menos 20/40 (suficientemente buena para pasar el examen de manejo). Pero incluso un resultado de 20/20 en un examen de la vista puede no significar visión perfecta en la vida real, debido a que pueden desarrollarse problemas con la vision nocturna o dificultad en distinguir entre diferentes tonos de gris.

Algunas personas usan lentes de contacto duros gas-permeable porque su visión es más clara que con lentes de armazón. Si usted es una de esas personas, el oftalmólogo puede levantar una alerta amarilla, porque la cirugía refractiva con láser con frecuencia no puede igualar una visión tan nítida.

Después de la ablación de superficie, puede sentirse incomodidad, ardor y comezón a medida que el epitelio sana. El ojo seco es común después de la cirugía refractiva láser; generalmente mejora en pocos meses pero se vuelve persistente en más del 20% de los pacientes, con síntomas que van desde moderado hasta extremadamente molesto.

Inmediatamente después de la cirugía puede usted notar reflejos, halos o visión doble, especialmente de noche. Estos síntomas persisten por más de 6 meses en más del 20% de los pacientes, aunque los estudios indican que solo el 5% se sienten molestos al respecto.

Otros posibles problemas incluyen el desarrollo de un nuevo astigmatismo, una disminución en la habilidad para distinguir contrastes, y una sobre-corrección que requerirá el uso de lentes o una cirugía posterior. El sitio de la cirugía puede infectarse; la córnea puede inflamarse, causando visión borrosa (esto es más común después de la ablación de superficie); y en LASIK o LASEK, la lámina de epitelio puede desprenderse o quedar arrugada.

Infórmese usted mismo ampliamente acerca de los riesgos y asegúrese de que todas sus dudas son contestadas antes de tomar una decisión.

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