14 enero 2009

Lentes para trabajar

Al menos el 75 % de las personas que llegan a la óptica vienen por molestias relacionadas con cansancio al trabajar con los ojos. Este cansancio se manifiesta como dolor de cabeza o de ojos, irritación ocular, tensión en el cuello, lagrimeo, enrojecimiento, mareos, les molesta la luz, se equivocan al leer o les da sueño... y solo algunas veces se quejan de ver mal.

Estas molestias se deben a que el ojo ha estado sometido a un pequeño esfuerzo, sostenido durante mucho tiempo -a veces todo el día- por lo que terminan con esos síntomas de cansancio. Pero solo una pequeña porción de esa población ve mal, razón por la cual una gran cantidad de lentes adaptados no son para ver mejor, sino para trabajar sin cansarse.

El grupo de síntomas que se mencionaron indican la presencia de estrés de visión próxima o EVP, como es conocido por algunas corrientes optométricas. Y el EVP se soluciona con lentes convergentes, cuya función es acercar la distancia de enfoque del ojo cuando está haciendo tareas cercanas –de 30 a 150 cm- para que el ojo no ponga en funcionamiento su sistema de enfoque, y evitar así el EVP. Es decir, el lente hace que el ojo enfoque en los objetos cercanos, de manera que al voltear a lo lejos, puede ser que vea ligeramente borroso.

La reacción primera del usuario es decir que los lentes no sirven para ver de lejos. Y a veces es verdad, dependiendo de la edad de la persona. En los jóvenes se espera que después de un tiempo vean claramente de lejos y de cerca con el lente puesto, aunque la mayoría de las veces no es necesario porque son lentes para trabajo cercano. No se espera lo mismo con personas mayores de 30 años o quienes usan mucho la computadora, los que tal vez necesiten un lente exclusivamente para trabajar o a veces bifocales.

Por lo anterior, si hay visión borrosa de lejos, y se es una persona joven y que usa poco la computadora, la recomendación es usar los lentes solo para trabajar de cerca y luego quitárselos para ver de lejos; o usarlos constantemente hasta que se acostumbre a ver bien con ellos. Si tiene más de 30 años es probable que los lentes sean exclusivamente para trabajar a esa distancia y que deba no usarlos de lejos, ya que acostumbrarse a ver bien con ellos de lejos será más tardado.